Hoy en esta entrada te contamos lo que es real y lo que se cree es leyenda del gran Nikola Tesla, un genio incomprendido de la historia.
En su época, finales del siglo XIX y comienzos del XX, muchos lo llamaron científico peligroso, y otro loco solitario.
Pero la única realidad es que Nikola Tesla es el científico más infravalorado de la historia.
También te contaremos de algunos inventos que usamos hoy.
Un genio cuya creatividad estaría a la par de los más grandes, pero con la ventaja de haber impactado más que nadie en el día a día de la gente.
A Nikola Tesla le debemos la corriente alterna, que básicamente, es la que alimenta todos tus aparatos eléctricos hoy en día.
Los tubos fluorescentes, los rayos X, la radio, el control remoto, motores eléctricos, sentó bases de la robótica, la terapia mecánica, la electroterapia, las bujías, o la transferencia inalámbrica de energía.
Entre cerca de cien creaciones, que se mantienen útiles casi un siglo después.
El origen del genio Nikola Tesla
El genio Nikola Tesla nacido en la actual Croacia, no tuvo una carrera fácil, menospreciado y atacado constantemente por Edison, que no podía competir con el talento del joven Nikola Tesla.
O robado por muchos, como Marconi, que logró la primera comunicación telegráfica entre Europa y América tras violar 17 patentes de Tesla.
Nikola Tesla en un mito, que vivió para poner al servicio de la sociedad cientos de aplicaciones que hicieran de este, un mundo mejor.
Y como siempre sucede con estas personas especiales, decenas de leyendas surgieron a su alrededor.
Algunas antiguas y otras recientes, ha llegado el momento de poner en claro todos estos hechos.
Esta es la lista de las más grandes leyendas atribuidas a Nikola Tesla, y la única verdad acerca de ellas.
Una de las afirmaciones más recurrentes de algunos fans de Nikola Tesla es que construyó una “máquina para causar terremotos”.
Se cuenta que vecinos de Manhattan comenzaron a llamar a la policía un día de 1898 al sentir fuertes temblores en sus edificios.
Los agentes del orden pronto dedujeron quien podría ser el culpable y llamaron a la puerta del contiguo laboratorio de Nikola Tesla, quien los recibió en persona con un martillo en la mano diciendo “Caballeros, lo siento. Han llegado tarde para contemplar mi experimento, he visto necesario detenerlo de forma súbita, inesperada y de esta manera inusual…”
Nikola Tesla posteriormente aseguró en una entrevista que en menos de una hora podría derribar el puente de Brooklyn, e incluso llego a afirmar que, con una máquina adecuada y dinamita, sería capaz partir la Tierra en dos.
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Pero Nikola Tesla no inventó ninguna máquina para causar terremotos, lo que realmente inventó es un oscilador electromecánico dentro de una investigación acerca de la resonancia mecánica.
Si apoyas tu lavadora en un pilar estructural de tu edificio, verás cómo lo pones a temblar cuando llegue al centrifugado.
Cualquier estructura sólida, como un bloque de viviendas, que sea sometida a una vibración lo suficientemente fuerte, y con la frecuencia exacta, ni más ni menos, puede llegar a colapsar.
Tesla no causó ningún terremoto, sino que se dio cuenta de que los sólidos tienen determinadas frecuencias de vibración con las que se llevan muy mal.
Una leyenda menos popular y sin embargo más cierta, es que Nikola Tesla podía causar tsunamis.
Esta afirmación proviene de una entrevista concedida por el científico en 1907 al prestigioso diario The World.
Nikola Tesla en aquella época estaba deseando vender sus sistemas de torpedos teledirigidos al Ejército americano para conseguir financiación para sus proyectos, y necesitaba de propaganda espectacular para lograrlo.
Para ello diseñó un sistema submarino capaz de arrastrar 20 toneladas de dinamita, que, detonadas a la distancia exacta, causarían una depresión en el agua que engulliría la flota enemiga cercana.
No es un tsunami tal y como lo conocemos, sino algo mucho más local, y que, si se hiciera de una forma increíblemente precisa, podría funcionar en el entorno más cercano a la explosión.
Otra de las leyendas sobre Nikola Tesla, que muchos aprovechan, es que había inventado algo para contactar con inteligencias extraterrestres.
Un teslascopio, y, de hecho, que estaba en contacto con ellos, e incluso, que de ahí proviene su creatividad.
Esta leyenda proviene de una afirmación del propio Nikola Tesla cuando en 1899, mientras investigaba la electricidad atmosférica usando un receptor creado a partir de una bobina de Tesla en su laboratorio de Colorado Springs, encontró señales que no parecían tener un origen terrestre.
Nikola Tesla creyó que provenían de Marte e incluso afirmó ser el primer ser humano que era saludado por seres de otros planetas.
Posiblemente no andaba lejos, y tenía razón en que recibía señales extraterrestres, pero seguramente fueron ruido cósmico, y él, el primero en captarlo.
Uno de los grandes inventos que se le atribuyen a Nikola Tesla es el rayo de la muerte.
Este rayo se definía como 60 millones de voltios, muerte y exterminio a 400 km de distancia, que Nikola Tesla afirmaba haber logrado tras estudiar el generador de Van Der Graaf.
Muchos asimismo afirman que la inacabada Torre Wardenclyffe, era el elemento principal del rayo de la muerte.
Aunque la realidad es que era un centro de telecomunicaciones y transmisor de energía a distancia, y con un pequeño problema de fechas, ya que era 20 años anterior a la idea del arma letal.
Se desconoce si existió algún prototipo.
Se desconoce si existieron planos, o como era habitual estos estaban en la cabeza del inventor.
Sencillamente no hay pruebas, ni a favor, ni en contra.
Uno de los objetivos de Nikola Tesla era el de proveer al mundo de una fuente inagotable de energía gratuita.
Nikola Tesla veía los elementos, los ríos, las tormentas, el espacio, como fuentes de energía al alcance de todos, que podría ser transmitida de forma inalámbrica y sin apenas costo desde los puntos de producción a los hogares.
Esto ha dado pie al desarrollo de leyendas que cuentan que Tesla desarrolló un motor de energía libre.
Conviene recordar que la energía libre no existe, para producir energía hace falta que algo la produzca.
No existen los motores mágicos por la sencilla razón que violan el principio de la conservación de la energía.
Tesla tenía una noble visión utópica que quería dejar como legado a la humanidad, pero era la de aprovechar el entorno para la producción de energía.
Para hacer un motor de energía libre, primero hay que cargarse uno de los principios sagrados que rigen nuestro mundo, y después hacerlo.
Aunque a su favor diré, que estos principios no es la primera vez que deben ser cambiados.
Es cierto que a la muerte Tesla, su oficina fue tomada por el FBI, y no como dicen algunos por la CIA que ni siquiera existía, y requisaron absolutamente todo para su análisis.
Y solo tras años de lucha fueron devueltos, aunque nadie sabe si al completo. Si existían planos para algún tipo de arma quedaron en poder del gobierno de los Estados Unidos.
Otros dicen que inventó sistemas anti gravitatorios, siendo que uno de los principales fallos de su carrera fue el negar la teoría de la relatividad.
Este tipo de noticias intencionadas, no han hecho más que convertir a Nikola Tesla en un personaje dudoso, separando a la opinión pública de lo que realmente fue: El verdadero dios del rayo.
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