El nuevo sol artificial de China es la noticia bomba de este 2022. Las pruebas fueron positivas y el nuevo sol funciono bien.
En un planeta cada vez más contaminado, la producción de energía sostenible es uno de nuestros principales retos.
Durante mucho tiempo, el desarrollo de nuestra sociedad se ha producido a expensas del medio ambiente, contaminando, destruyendo y provocando daños irreversibles a nuestro propio planeta.
Pero no todo está perdido, y una novedad en tierras asiáticas podría cambiar el rumbo de las cosas.
Hoy te hablare sobre el Tokamak, el sol que China acaba de encender.
China la gran potencia que todos conocemos cada vez está más cerca de hacerse con el dominio mundial gracias a su impresionante desarrollo tecnológico.
Este país asiático encabeza la lista de países que más contaminan, ha dado recientemente un paso adelante en la lucha por una energía más limpia.
Activaron un nuevo reactor de fusión nuclear, llamado ‘Tokamak‘, y apodado cariñosamente como el “Sol Artificial”.
Si nunca has oído hablar de la fusión nuclear, te explicamos: Estamos hablando de un proceso por el cual dos o más núcleos atómicos se fusionan (es decir, se unen) formando otro núcleo con un número atómico superior.
Como recordarás de tus clases de química, el número atómico representa el número de protones en el núcleo.
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Esta fusión generalmente requiere mucha energía para que suceda.
Pero, por otro lado, genera más energía de la que consume.
La idea básica es tomar una especie de gas de hidrógeno calentarlo a más de 100 millones de grados hasta que forme una nube delgada y frágil llamada plasma y luego controlarla con potentes imanes hasta que los átomos se fusionen y liberen energía.
El objetivo principal del desarrollo del dispositivo solar artificial es entregar energía limpia casi ilimitada al imitar las reacciones naturales que ocurren dentro de las estrellas.
Recientemente China realizó una prueba exitosa y superó un récord de temperatura de 70 millones de grados centígrados durante 17 minutos con su reactor de fusión nuclear conocido como HT 71 de tipo Tokamak.
Si los científicos consiguen traer este proceso a la Tierra, la energía de fusión podría proporcionar al mundo una fuente de energía segura, sostenible, responsable con el medio ambiente y abundante.
Es exactamente este tipo de reacción la que hace que el Sol siempre arda y produzca energía, razón por la cual la máquina ha sido apodada el ‘Sol Artificial’.
Para que te hagas una idea, el Tokamak puede alcanzar hasta los 150 millones de grados centígrados, una temperatura que supera diez veces la del núcleo de nuestra estrella.
Como habrás adivinado, uno de los principales desafíos del proyecto fue encontrar una manera de aislar todo este calor; después de todo, ningún material es capaz de resistirlo.
Para ello, la solución fue utilizar un potente campo magnético creado por bobinas, capaz de mantener aislado el plasma sobrecalentado en el interior de una cámara de 840 metros cúbicos.
La fusión nuclear es considerada el Santo Grial de la energía.
Después de todo, es lo opuesto al proceso de fisión utilizado en las armas atómicas y las plantas de energía nuclear, que divide los átomos en fragmentos.
A diferencia de la fisión tradicional, la fusión nuclear no genera residuos radiactivos y por tanto conlleva menos riesgos, además de no producir gases de efecto invernadero.
Y lo mejor, la energía es infinita.
El problema es el costo y la tecnología requerida para mantener viable un proyecto como este.
Como hemos mencionado este megaproyecto busca la manera de generar energía abundante, limpia y segura más sin embargo no todo es color de rosa y mucho menos sabiendo que China es el país que está detrás de todo este desarrollo.
Este gran poder energético que tendrían los chinos nos pone a pensar qué usos buenos y no tan buenos le podrían dar a este y quizás este sea el último escalón que necesitan para finalmente hacerse con el dominio mundial.
Pero los chinos no están solos.
Aunque ya han conectado y probado con éxito el tokamak, un proyecto similar pero aún más grande llamado ITER y coordinado por países de la Unión Europea se está erigiendo en el sur de Francia con un costo total de € 18 mil millones de euros.
El tokamak del ITER tendrá 60 metros de altura, y su peso sumado a una cimentación antisísmica alcanzará las 400 mil toneladas.
Su operación debería comenzar recién en 2025, pero aún pueden pasar décadas para que la fusión nuclear deje de ser una energía del futuro y se convierta en una realidad para la mayoría de las naciones.
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