Leche radioactiva en México

En esta entrada te contare de uno de los episodios mas oscuros del gobierno mexicano, el caso de la leche radioactiva en México donde se atento contra los niños mexicanos.

Hace más de tres décadas ocurrió en México una de las traiciones más grandes de un gobierno contra su pueblo.

Después el desastre del reactor nuclear de Chernobyl, una nube radioactiva contaminó casi todos los países de Europa.

Inmediatamente, la organización mundial de la salud, emitió una alerta internacional para evitar comprar alimentos a los países contaminados.

Pero México, compró a Irlanda más de 40 mil toneladas de leche contaminada.

El día de hoy, te expondré el caso de la leche radiactiva que mató a miles de niños mexicanos. Sin más rodeos, comencemos.

El accidente nuclear de Chernobyl, ocurrió el 26 de abril de 1986.

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Durante una simulación de corte eléctrico, uno de los reactores se sobrecalentó, provocando una fatal explosión de hidrógeno.

La cantidad de agentes tóxicos liberados fue 500 veces mayor que los de la bomba atómica de Hiroshima, llegando a cubrir casi toda Europa del Norte.

Por ello, varios países instauraron estrictas medidas para limitar el efecto de la radiación en los humanos.

La más importante fue la drástica limitación de la ganadería, para evitar que la radiación formara parte de la cadena alimenticia.

Las pérdidas fueron incuantificables, las pequeñas empresas sucumbieron, pero las más grandes pactaron con sus gobiernos para rematar los mortales alimentos.

El gobierno irlandés fue uno de ellos.

Los productos se vendían a los países tercermundistas, debido a su corrupción o su desconocimiento del riesgo.

Así fue como 40 mil toneladas de leche en polvo contaminada, se vendieron a México.

La pregunta del millón es ¿la compra de leche radiactiva en México fue un error, o una traición del gobierno?

Resulta que México era cliente de Irlanda desde los años 70, por lo que este tipo de adquisición era muy común.

¿Entonces fue un error?

No. Brasil, fue considerado en un principio para el trato e Irlanda dejó en claro que era leche contaminada.

Era obvio que no querían engañar a un país, si no convencerlo de atentar contra su pueblo.

Brasil rechazó la oferta y muchos políticos como el embajador mexicano, Antonio González Quintanilla, avisaron a México del trato criminal que pretendía llevar a cabo Irlanda.

Los avisos fueron ignorados, incluso algunos políticos fueron encarcelados, siendo comprada la leche a “Irish Dairy Board”, empresa fundada por el gobierno irlandés.

El mortal producto llegó a Veracruz en 1987, en tres barcos; El Adventure que llegó el 13 de junio, El Tenacious, que arribó el 17 de junio y el Rumija, que llegó el 1ro de noviembre.

La Conasupo era una institución gubernamental encargada del abastecimiento y seguridad alimentaria en México y principal responsable de la leche radioactiva en México.

Fue creada con el fin de garantizar la compra y regulación de precios en productos para la canasta básica, pero debido a la corrupción en el país, se convirtió en una madriguera para cientos de políticos corruptos que se enriquecieron con la organización.

La Conasupo estuvo envuelta en diversas controversias de esta índole.

Teniendo a diversas figuras políticas en su mandato.

Pero durante el caso de la leche radioactiva en México, Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, ocupó diversos puestos importantes en la institución.

Tanto la compra como la distribución de la leche radioactiva en México, fueron llevadas a cabo durante los gobiernos de Miguel de Lamadrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.

Además, es relevante mencionar a Joe Walsh, entonces ministro de alimentación en Irlanda.

Debido al extraño aumento de niños con cáncer, muchos padres, de los cuales destacaban ingenieros, exigieron una investigación por parte del gobierno.

La población no sabía que ocurría, y algunos investigadores como el vicealmirante Manuel Rodríguez Gordillo y el físico Miguel Ángel Valdovinos, fueron los primeros en revelar la verdad.

Gordillo, en 1987 se encontraba realizando una revisión de los alimentos que consumían los marinos a sus órdenes.

Al encontrar los bultos de leche de 25 kg, leyó en la etiqueta: Irish Dairy Board, con dirección Grattan House, Mount, St. Lower, Dublín 2, República de Irlanda.

Rápidamente recordó el desastre de Chernobyl, y los alcances que este tuvo, por lo que pidió un análisis a su amigo, Valdovinos, quien era jefe de laboratorio en la planta nucleoeléctrica mexicana, de laguna verde.

Las pruebas en la leche mostraron que, en efecto, existían contaminantes radioactivos, superando 10 veces el límite de radiación permisible.

Según Valdovinos, tomar un vaso de 100 mililitros diario, resultaría fatal.

Lo peor es que, según estudios, los niños pueden tomar hasta medio litro de leche al día.

Posteriormente, el vicealmirante Gordillo y su amigo Valdovinos fueron destituidos y acusados de diversos cargos penales por el gobierno mexicano.

Testimonio de la leche radioactiva en México

Como evidencia, se encuentra Maribel, una pequeña niña que fue alimentada con la leche que su padre compraba a los centros de distribución del Conasupo, en Cuautitlán, en el estado de México.

Teodoro Torres, su padre e ingeniero de profesión, constantemente tenía acceso a estos centros donde se procesaba la leche, por lo que confió en el producto para dárselo a sus hijos.

Su hija comenzó a desarrollar graves malestares y a los 15 años perdió la vida.

La familia vivió en el hospital durante los últimos días de Maribel.

Su padre relató al periódico digital Infobae, como el hospital recibía constantemente niños enfermos de cáncer, por lo que, al acercarse a las familias de otros enfermos, descubrió que todos habían nacido el mismo año, y habían sido alimentados por los productos de la Conasupo.

La familia de Teodoro se desintegró tras la muerte de su hija, su esposa lo abandonó y sus otros hijos ya no están con él.

Ahora solo lo acompaña el recuerdo de Maribel.

Debido al escándalo, se abrieron muchas investigaciones que ligaron cientos de nombres y empresas, pero la mayoría de ellas se desintegraron y toda la información referente a la leche radioactiva fue sepultada.

Los nombres de quienes de forma innegable participaron en el hecho, fueron exonerados por falta de evidencia.

Generación tras generación, el caso de la leche radioactiva en México se ha olvidado.

Pero el compartir esta información, nos hará recordar un error del cual debemos cuidarnos para no volver a cometer.