A continuación, te contaremos por qué muchos mexicanos discuten la soberanía de la Isla Clipperton, y también de su terrible e infame historia.
La terrible historia de la isla Clipperton es demasiada para un pequeño atolón en el Pacífico oriental que pertenece a Francia, aunque nadie lo habita desde hace décadas.
En el noreste del Océano Pacífico nos encontramos con la Isla Clipperton, también conocida como Isla de la Pasión.
La terrible historia de la isla Clipperton nos lleva a recapacitar sobre la maldad humana.
Es una posesión francesa de ultramar y por su ubicación se encuentra bastante aislada de otras tierras emergidas.
La isla Clipperton está a 1200 kilómetros de Acapulco y a 5000 de Hawái.
Lo más cercano es el archipiélago Revillagigedo, que pertenece a México y está a 1000 kilómetros.
Tiene un perímetro de 11 kilómetros.
Es decir, si queremos correr una maratón allí tendremos que darle casi cuatro vueltas completas a la isla.
Comienza la terrible historia de la isla Clipperton
Si bien pertenece a Francia, México ha reclamado su soberanía, ya que había ejercido posesión y consideraba que le correspondía legalmente.
Para entender el reclamo mexicano y el actual status, conozcamos su increíble historia.
En 1704 fue descubierta por el inglés John Clipperton.
Como era un pirata, el imperio británico no pudo obtener derechos sobre la isla.
Unos años más tarde llegaron dos franceses.
Coincidió con el viernes santo de ese año, por lo que la nombraron Isla de la Pasión.
Ya en el siglo 19, México se independizó de España.
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En la Constitución que sancionó se detalla específicamente a la Isla Clipperton como una de las posesiones.
Sin embargo, Francia no lo reconoció y quiso dominar la isla.
En 1858, Napoleón III dio la orden para que un militar tome el territorio.
A fines de ese siglo se interesarían los estadounidenses también.
Sigue uno de los episodios mas amargos de la terrible historia de la isla Clipperton
Es que ya no se trataba solo de una cuestión estratégica, sino que se había descubierto que se podía explotar el guano, el mismo mineral que hizo rica a Nauru un siglo más tarde.
En 1906 se instaló una empresa, la Pacific Island Company.
Viene lo peor de la terrible historia de la isla Clipperton.
Se hizo de acuerdo con México, que comenzó su etapa de mayor dominio del territorio.
Porfirio Díaz, quien era el presidente, envió una delegación militar al mando del capitán Ramón Arnaud, quien sería gobernador durante diez años.
Esa fue tal vez la época de mayor prosperidad.
Vivían unas 100 personas, se construyó un muelle, un faro y hasta una pequeña vía de ferrocarril.
Gustavo Schultz, un alemán que trabajaba en la empresa, plantó trece palmeras cocoteras en la isla, ya que no había una gran vegetación.
Durante esa época llegaba un barco cada dos meses provenientes de Acapulco con provisiones.
Pero la prosperidad duró poco.
Es que el guano de la isla era de mala calidad y el precio era muy fluctuante, por lo que el negocio no dio los frutos esperados.
En 1910, la compañía dejó de operar.
En ese entonces, continuaban las disputas entre México y Francia por la soberanía del lugar, por lo que se sometieron a un arbitraje que encargaron a la Santa Sede.
Mientras tanto, en el continente comenzó la Revolución Mexicana.
En 1914, el barco que llevaba provisiones regularmente ya no lo hizo más.
Los pobladores debieron arreglarse con lo que tenían, que era muy poco.
Pero afortunadamente estaban los cocoteros.
Fueron la única fuente de vitamina C, lo que permitió evitar el escorbuto y que algunos pudieran mantenerse con vida.
Aunque la situación comenzó a complicarse.
Cada vez morían más personas, incluido el gobernador Arnaud.
En 1917 quedaban ocho mujeres, siete niños y un hombre, quien empeoró aún más el panorama.
Hablamos de Victoriano Álvarez.
Se autoproclamó rey y comenzó a violar y a asesinar a las mujeres de la isla.
Hasta que, finalmente, las que quedaban pudieron matarlo a él.
Poco tiempo después, con solo 11 personas en la isla, un barco de guerra estadounidense rescató a los sobrevivientes y puso fin a la tragedia de Clipperton.
Faltaba todavía el resultado del arbitraje, que la Santa Sede encomendó a Italia.
El rey de ese país, Víctor Manuel III, falló en 1931 a favor de Francia.
Según su visión, México no había podido demostrar que España hubiera descubierto la isla o tenida posesión antes que los franceses.
México aceptó el fallo y eliminó la posesión de Clipperton de su constitución.
El siguiente hito en la isla se produciría durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosvelt, visitó dos veces el atolón.
Lo quería ocupar para que sirviera de base de operaciones en el Pacífico.
Con el fin de la guerra, Estados Unidos se iría de la isla, que ya no sería habitada regularmente.
Solo hubo expediciones de investigadores y visitas de algunos radioaficionados.
¿Te parece que México tiene argumentos para reclamar la soberanía de Clipperton?
Esperamos que te haya gustado la historia de la isla Clipperton.
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