En esta entrada te daremos a conocer algunos de los grandes misterios del amazonas, una regio muy poco explorada y muy enigmática.
La selva amazónica es el bosque tropical más grande del mundo con sus 6 millones de kilómetros cuadrados repartidos entre 9 países diferentes.
La grandeza y los misterios del Amazonas radica en que representa una de las pocas zonas todavía vírgenes del planeta y su inaccesibilidad le permite preservar infinidad de interrogantes de todas clases.
Aquí te presentamos algunos de los grandes misterios del Amazonas, que deberías saber.
Para que el Amazonas sea el paraíso de vegetación y fauna que es hoy día evidentemente se necesitan muchos factores que sostienen las condiciones necesarias.
Falta de actividad humana, luz solar suficiente, precipitaciones abundantes y una pequeña zona desértica en mitad de África.
Algunos lo consideran milagro, otros una anomalía atmosférica, pero la conocida como depresión de Bodele, en el Chad, todos los años arrastra el Atlántico y fertilizan la cuenca del Amazonas con arena rica en nutrientes.
Hasta el punto de que la mitad del polvo que llega a la Amazonia, procede de ese pequeño punto diminuto miles de kilómetros de distancia.
Una de las zonas más desoladas del planeta contribuye a que una de las zonas más vivas, lo siga siendo.
La región del Amazonas es uno de los territorios más remotos del mundo, ya no por su situación geográfica sino por la inaccesibilidad de muchas de sus partes, manteniéndose a día de hoy, algunas remotas zonas como inexploradas.
Se estima que al menos 1 de cada 10 especies animales del mundo habitan el Amazonas formando una de las zonas con más biodiversidad del mundo.
Y como no podía ser de otra forma cientos de leyendas sobre presuntos avistamientos de criaturas extrañas circulan incesantemente.
Megaterios, yetis amazónicos, boas o anacondas de tamaño gigantesco, arañas monstruosas y muchísimos otros, completan una mitología muy variada.
Y lo que ningún zoólogo duda es que las zonas remotas del Amazonas, son uno de los pocos ecosistemas capaces de albergar animales terrestres de tamaño medio o grande que hasta el momento no hayan sido registrados, siendo además probable que eso sea así.
Quizás el Amazonas sea el último refugio de pequeñas poblaciones de especies que hayan inspirado algunas leyendas.
Diversas leyendas peruanas hablaban de un río hirviente en la parte más occidental de la selva amazónica, que por supuesto, jamás fueron tenidas en cuenta.
En 2011 una expedición a cargo del geólogo Andrés Ruzo encontró la evidencia que convertía el mito en completa realidad, y de paso constituía una de las mayores anomalías de las que se tienen constancia en la zona.
Un tramo de río de 6,240 metros de longitud, con una media de 25 metros de anchura y 6 metros de profundidad con agua a temperatura de 86 grados Celsius, suficiente para cocinar cualquier animal que allí cayera.
Aparte del tamaño inusualmente grande, esto no sería extraño dentro de una zona con actividad geotérmica, pero se da el hecho de que esta es inexistente o al menos no se conoce en un radio de 700 kilómetros.
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Se especula que agua de lluvia pueda filtrarse en la cordillera andina, ser calentada por la actividad volcánica y transcurra por ríos hirvientes subterráneos hasta ver la luz en esa zona.
Que una vez existió una civilización perdida de la que nada se sabe que ocupó diversas zonas de la Amazonia es una de esas leyendas que con los años parece estar adquiriendo cuerpo para convertirse en un hecho probado.
Los indicios, imposibles de detectar sobre el terreno, han venido dados mediante el uso de tecnologías satelitales, que han mostrado formas geométricas circulares y rectangulares.
Habiéndose encontrado ya más de 200 de ellas, a lo largo de 250 kilómetros, en la cuenca alta del Amazonas, cerca de la brasileña localidad de Santa Teresinha.
Algunas de las misteriosas estructuras, consistentes en muros de hasta dos metros de ancho, parecen corresponderse según los estudios arqueológicos con edificios defensivos, lugares ceremoniales, o viviendas según los casos.
Hasta el momento nada se sabe de esa misteriosa civilización antigua, que habría florecido en un lugar que se creía imposible, y si un día que parece cercano termina por ser confirmada, y podemos responder a la pregunta de “¿quiénes eran?”, se abrirá otro misterio aún mayor, ¿qué fue de ellos?
Poco imaginaba un ganadero, Lailson Camelo da Silva, cuando deforestaba para pastos una parte de su plantación en el norte de Brasil, cerca de la Guyana, que estaba por encontrar algo completamente inesperado.
Una serie de monolitos de granito salpicaban la superficie evidenciando gran antigüedad y que habían sido colocados por manos humanas para servir algún propósito.
Diversas urnas funerarias que se encontraron en la zona hacen pensar que pudiera ser un lugar con funciones ceremoniales y astronómicas unidas a los ciclos de caza y agricultura, y que pudo ser levantado aproximadamente en el año 1000 por alguna cultura desconocida.
Lo que siempre se había pensado como lugar demasiado hostil como para albergar civilizaciones importantes, hoy ya hay quien predice que quizás varios millones de personas y una o varias culturas, pudieron hacer de la selva amazónica su hogar.
Sin duda, esta región del planeta, es uno de los lugares donde más hechos inexplicados podrían esconderse.
Indispensable en el ciclo del carbono, bella como pocos sitios, y un fortín para lo desconocido, así es la selva amazónica.
Y creo que hay misterios que jamás deberían ser resueltos, puesto que el día que eso suceda será seguramente porque el pulmón verde del planeta Tierra haya sido aniquilado.
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