En esta entrada te explicare el caso de Theranos Elizabeth Holmes, la gran estafa en Silicon Valley, pienso que es material para Hollywood.
Si te menciono a Marck Zuckerberg, si te menciono a Steve Jobs o a Elon Musk, de seguro que la gran mayoría de la gente los conoce, grandes personajes del mundo de la innovación y los negocios.
Pero si te menciono Elizabeth Holmes seguramente muchos de ustedes no saben de quien estoy hablando.
Bueno, tienen que saber que hubo un tiempo allá por los años entre el 2008 y el 2012 que esta mujer fue tan importante en el mundo empresarial y tan famosa como el fundador de Facebook, o como el alma de Apple.
Solo que había una pequeña diferencia y es que detrás del proyecto de esta mujer se escondía una de las estafas empresariales más grandes que se han llevado a cabo dentro del ecosistema empresarial de Silicon Valley.
En esta entrada te voy a explicar exactamente el caso Theranos y lo qué hizo Elizabeth Holmes.
Y también te explicare, cómo pudo estafar cientos de millones de dólares a una multitud de inversores, también cómo pudo crear una empresa valuada en $ 9 mil millones de dólares basada en la nada.
Te explicare el motivo de su caída después de 15 años de experiencia con una empresa que realmente contenía un oscuro secreto.
Esta es la historia del proyecto Elizabeth Holmes. Esta es la historia de Theranos.
¿Quién es Elizabeth Holmes?
Bueno, cada historia tiene un personaje principal que puede ser un héroe y un villano, y en este caso tenemos el personaje perfecto.
Pues ella nació en la zona de California y creció en una familia bastante acomodada con bastante dinero, una familia que se dedicaba a profesiones científico-técnicas y que viajaban por todo el mundo.
De hecho, pasa parte de su adolescencia e infancia en China, estuvo un tiempo ahí y gracias a eso aprendió chino mandarín.
Elizabeth es una chica bastante inteligente y eso fue bueno para ella porque pudo ver el mundo, y desde la infancia cultivo lo que es el espíritu emprendedor que se vive en estos ámbitos.
Vivió en una familia educada al estilo más competitivo desde el punto de vista de hacer dinero en Estados Unidos y ella lo tuvo claro desde niña.
Desde su niñez estuvo programada para ser una gran empresaria y su objetivo era hacerse rica.
Algo que parece ir bastante unido a su personalidad.
Vamos a hablar sobre la personalidad de Holmes porque es realmente impresionante ver cómo se comporta, lo que hizo y logró.
Elizabeth Holmes tiene una familia lo suficientemente acomodada como para sobresalir, por lo que sus padres promovieron una carrera de éxito.
Los padres de Elizabeth le sugirieron estudiar en la Universidad de Stanford, donde Steve Jobs pronunció ese famoso discurso a los estudiantes que acaban de terminar sus carreras, motivándolos a hacer que su futuro sea brillante.
Bueno, en realidad Steve Jobs era una persona que tuvo una influencia radical y fundamental en Elizabeth Holmes, en esos años era muy común escuchar la historia de éxito de Steve Jobs.
Hablamos de los años 2004, 2006, 2008, cuando se cocinaba la llegada del iPhone, pero también los tiempos en los que nacía Facebook.
Y es que los personajes como Jobs o Mark Zuckerberg, abandonaron la universidad porque era demasiado poco para ellos, ellos querían trabajar en sus sueños de garaje, es decir, la trayectoria modelo de cualquier persona que sea un emprendedor puro nacido en Sillicon Valley, y eso es exactamente lo que hizo Elizabeth.
En el primer año de carrera y también hasta cierto punto apoyada y alentada por sus propios profesores, ya que hasta algunos de ellos pusieron dinero en su proyecto.
Elizabeth Holmes abandonó la universidad y decidió que el fondo de dinero que sus padres habían ahorrado para pagar su universidad lo iba a aprovechar para crear su proyecto de empresa.
¿Y cuál era el proyecto de la empresa de Holmes?
Inicialmente su idea era diseñar o desarrollar un dispositivo, una especie de chip que llevaríamos implantado en el cuerpo y que nos serviría para administrarnos la dosis exacta del medicamento que necesitan las personas con enfermedades crónicas.
Algo que existe hoy para pacientes que necesitan inyecciones de insulina que tienen diabetes en los grados más graves.
Bueno, algo así es lo que estaba pensando, pero efectivamente la tecnología ya existía y aconsejada por sus profesores quería dedicarse a la biomedicina, quería hacer algo que cambiara el mundo en materia médica.
Su idea fue evolucionar hacia un tipo revolucionario de análisis de sangre en el que en lugar de hacerles sacar mucha sangre y pincharles decenas de veces con una aguja, con una sola gota, con un solo pinchazo, el típico pinchazo para medir la glucemia iba a poder hacer cualquier tipo de análisis de sangre.
A ella le aterrorizaban las agujas y eso seguramente influyó bastante en su idea, la idea era revolucionaria en el mundo o en el campo de la medicina y el diagnóstico.
Un mercado que en Estados Unidos en ese momento ya movía 73 mil millones de dólares y que con esta nueva tecnología la iba a poder revolucionar.
Bueno, si estás pensando y reflexionando sobre lo que te estoy diciendo, habrás notado que estamos hablando de una idea.
Ella no tenía la tecnología desarrollada, ni aplicaciones construidas.
No. Ella hizo el proceso inverso. Primero pensó en grande y luego vio cómo podía lograr desarrollos tecnológicos para poder tener esta máquina.
Una máquina que estaban diseñando y trabajando con ingenieros que ella contrató, a la que llamaron “Edison” en homenaje al gran inventor.
Pero aquí está uno de los puntos clave del asunto: no se inició a partir de una tecnología, no se inició desde una base técnica. Partió de un sueño.
La pregunta es ¿Cómo es posible que, con solo una idea y apenas tecnología, Elizabeth Holmes haya podido convencer a alguien de que pusiera dinero en su idea?
La primera piedra ya estaba colocada pero el valor era cero.
Ahora necesitaba dinero para empezar a desarrollar la tecnología que fuera capaz de completar una idea, un concepto.
Y aquí está la clave del asunto, y es que, efectivamente Elizabeth Holmes encontró a alguien para poner ese efectivo, y fueron seis millones de dólares, la primera entrada de dinero de un grupo de inversionistas a quienes Elizabeth Holmes logró convencer.
En ese momento se había convertido en una mujer ejecutiva agresiva con una confianza asombrosa y gran seguridad en sí misma, era impresionante, y era capaz de transmitir a todos los que la rodeaban y también a aquellos a quienes tenía que convencer para que le dieran su dinero.
Se vistió con jersey negros de cuello alto al igual que Steve Jobs, se paseaba por los atriles dando sus explicaciones y transmitía una impresionante seguridad.
Hasta el punto que en Estados Unidos ha sido un auténtico debate nacional analizar cómo se comunicaba.
Elizabeth Holmes había estudiado su técnica hasta el punto de no pestañear y mirar a los ojos al interlocutor para convencerlo.
El ascenso de Theranos y Elizabeth Holmes
Primero llegaron 6 millones de dólares una vez que se abrió el grifo, luego vinieron 15, y luego treinta y cincuenta, hasta el punto que a principios de la década pasada para el 2010-2012, Theranos, era el nombre de la empresa revolucionaria que iba a cambiar para siempre el análisis de sangre había recaudado más de 500 millones de dólares y contaba ya con una plantilla de aproximadamente 500 empleados.
Por supuesto, estaba absolutamente en la cima, todo Silicon Valley la conocía.
De ahí saltó a todas las portadas de las principales publicaciones del país y directamente también la revista Forbes la nombró como la primera mujer en la historia que había logrado generar una fortuna de mil millones de dólares de manera completamente independiente.
Así se convirtió, por así decirlo, en la nueva Steve Jobs, estuvo en todas las noticias, estuvo absolutamente en todos los medios como la empresaria más importante del siglo y quien iba a revolucionar la medicina.
Pero algo andaba mal.
La máquina Edison que estaban desarrollando los ingenieros, tenía problemas, tenía serios problemas, no era capaz de tener el nivel de confiabilidad y precisión necesarios para poder hacer un análisis de sangre de cualquier tipo que fuera lo suficientemente capaz de ser admitido por una autoridad sanitaria.
Hay que pensar que a nivel de diagnóstico y nivel médico los estándares de calidad son de los más altos que existen, y las desviaciones y los márgenes de error, por supuesto, son mínimos.
Imagínese la tragedia que sería si de repente los análisis de sangre tuvieran muy poca fiabilidad.
Es inviable.
Y eso es lo que le pasó a ella, y por más que contrató ingenieros, y los despidió, contrató a otros y también despidió, no logró encontrar una tecnología en la máquina Edison, cuyo objetivo era que tuviera el tamaño similar al de dos impresoras unidas.
Las maquinas deberían ser diminutas y perfectamente transportables, todo debería ser super reducido y esa era la clave de su tecnología, de su ventaja competitiva.
Pero la verdad es que no pudieron.
De hecho, la máquina Edison en teoría sería capaz de hacer hasta 250 tipos diferentes de análisis de sangre, y realmente en el mejor momento tecnológico de la empresa esa máquina solo pudo hacer 15 análisis de sangre.
De esos 15 ninguno tenía una gran precisión.
Te imaginas que, con todo este ruido, con todo este revuelo que tenía, hubo varias solicitudes de laboratorios de hospitales y empresas de diagnóstico que querían modernizar sus equipos para comprarles las máquinas Edison.
De hecho, en 2012 alcanzó un contrato de $ 800 millones para modernizar la tecnología de diagnóstico de una red de laboratorios.
Contratos muy grandes, pero realmente lo que acabó pasando fueron dos cosas.
Básicamente, en primer lugar, ella trabajaba con sus máquinas y no obtenía los resultados y los clientes se estaban cansando, y cuando los clientes se estaban cansando cortaban el contrato.
Pero luego, comenzó a trabajar de otra manera esto fue directamente comenzar a tomar estos análisis de sangre y los llevó a empresas que hacían análisis de sangre tradicionales por lo que la máquina Edison no estaba involucrada en el análisis.
Toda una estafa, todo un engaño que hizo que, en el mejor de los casos, los análisis al final los hiciera un proveedor externo, por lo que su tecnología no funcionó.
En el peor de los casos, en muchos casos hubo que rescindir los contratos y lo que hacía Elizabeth Holmes era entregar dinero directamente a empresas que estaban a punto de denunciarla por no haber cumplido con sus compromisos.
Ella devolvía el dinero a las empresas que estaban a punto de anunciar que se trataba de una estafa.
Hundirlos y enterrarlos con dinero, porque si quedaba algo de la empresa, era el dinero que venía a raudales de los inversores, y Elizabeth Holmes sabía mucho sobre eso.
Y ella no solo se convenció a sí misma de que su proyecto tenía viabilidad y lo iba a lograr, también lo transmitía al exterior, llevó a su pareja sentimental de nombre Ramesh Sunny Balwani, que era igual a ella: una especie de estafador profesional.
Tenían una especie de matrimonio de conveniencia, él tenía muchos contactos en el mundo de la estafa y estuvieron juntos por un tiempo pilotando y manejando todo esto hasta el punto cuando las cosas empezaron a ponerse feas.
Allá por 2014, ella afirmó que la empresa había facturado 100 millones de dólares y de hecho había facturado solo $ 100,000.
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Y si todavía te preguntas como sobrevivió una empresa de este tipo desde el 2003, año en que la empresa se fundó hasta 2014 con los controles que hay en el mundo médico.
Bueno, básicamente lo que hizo fue comprar gente con dinero, crear un reino de terror dentro de la sociedad, dentro de Theranos, en el que cualquiera que cuestionara lo que estaba haciendo o la capacidad de hacerlo era despedido directamente, hasta que al final se convirtió en una purga donde no quedaba nadie que no dijera: “Sí, señora” a Elizabeth Holmes.
Para que te hagas una idea en 2014, la empresa ya ni siquiera tenía CFO y luego está su obsesión con Steve Jobs.
Ella pensó que era la “mujer Steve Jobs” e hizo cosas como, por ejemplo, tener dos equipos de ingenieros sin que ninguno supiera trabajar en paralelo hasta que en un momento ella lo anunció.
Diciéndoles que el equipo que tuviera el mejor prototipo y desarrollara el mejor proyecto se quedaría en la empresa y despediría al otro.
Estaba despidiendo a CEOS, uno tras otro y precisamente todos estos despidos, también compraba a la prensa que quería investigar un poco más sobre esa maravillosa tecnología que no acababa de llegar.
Siempre usaba sus contactos, su dinero y su capacidad para detener todo.
Pero llegó un momento en que la bola de nieve se hizo tan grande que no pudo continuar con la mentira.
Walter Murdock, incluso Henry Kissinger, uno de los máximos responsables de estado de Estados Unidos en ese momento, Larry Ellison, inversores muy importantes, pusieron su dinero en Theranos pensando que iba a ser una bomba, y no lo fue.
Entonces, una de las personas que había trabajado allí y que sabía exactamente lo que estaba pasando, al menos lo suficiente como para descubrir el asunto, hablo con un pariente.
Realmente no sé qué pasó. Lo cierto es que al final toda esa prensa que había elogiado a Elizabeth Holmes fue directamente la que acabó descubriendo el escándalo.
¿Cómo se descubrió el caso de Theranos y Elizabeth Holmes?
Básicamente, un periodista llamado John Carreyrou del Wall Street Journal que tenía un familiar, como digo, que había trabajado en un alto cargo dentro de Theranos fue quien destapó que toda la empresa era un fraude.
Se dio a conocer que se estaban utilizando máquinas externas, y que la máquina Edison y luego otra máquina que sacaron que se llamaba “nano contenedor”, que era donde se suponía que se guardaban esas gotas de sangre que eran capaces de ser analizadas por máquinas milagrosas, todo eso era un fraude y que no cumplía en absoluto con lo que habían prometido.
Y así fue como poco a poco fue una bola de nieve mediática, y allí lógicamente tienen que intervenir las autoridades.
Y, por supuesto, los inversores también levantaron la oreja y se descubrió el fraude masivo de Theranos y Elizabeth Holmes.
Aproximadamente entre 2016 y 2018 todo ese gigantesco castillo, en el que la empresa tenía una valoración máxima de 9 mil millones de dólares y la convertía en la mujer más rica que se hizo a sí misma en Estados Unidos y la primera de la historia en lograrlo, se fue por completo al infierno.
Y toda la fortuna personal en acciones que tenía Elizabeth Holmes de Theranos estaban en cero.
Sin embargo, lo máximo que le caerá es una multa millonaria que podrá pagar y también directamente el hecho de tener que estar o no en la cárcel entre 15 a 20 años.
Una estafa que nunca hubiera podido concretarse si no fuera precisamente por una concatenación de factores.
¿Cuáles son estos factores?
Lo primero y más importante es la personalidad de Elizabeth, una mujer que tenía la capacidad de formar un papel y transmitir una seguridad en sí misma que hacía que los demás confiaran en lo que estaba vendiendo.
Aunque no existía una justificación técnica detrás, en un momento en que existía una fascinación por todo lo que nacía en Silicon Valley y el mundo de la inversión que parecía que todo era posible si se le inyectaba suficiente dinero.
Y es precisamente el dinero, el hecho de que se tratara de un proyecto que podría traer fabulosos rendimientos a sus inversores hizo que éste se convirtiera en una especie de juego de ruleta de casino.
En el que a los inversores no les importaba o no median bien el riesgo que corrían, solo veían el posible beneficio que podría tener en sus inversiones.
A la larga estas personas terminaron jugando el juego de esta persona que con su seguridad transmitió precisamente todo lo que le faltaba al proyecto, que era rigor y base científica, y esto deja en muy mal lugar, de hecho, dejo en muy mala posición a los inversores de Silicon Valley.
También es bueno decir que Elizabeth Holmes y Theranos jugaron con las esperanzas de mucha gente.
De hecho, Holmes entre otras cosas, jugó con los pacientes de cáncer a los que prometía ayudarlos con sus kits de diagnóstico fallidos, dando incluso diagnósticos con su máquina a personas que estaban arriesgando sus vidas con esos análisis de sangre.
Todo eso, supongo, quedará bien reflejado en el juicio, y espero que pague lo que se merece, porque claro, aquí no solo estamos hablando de inversionistas multimillonarios perjudicados que no tienen ningún problema con el dinero.
También que ella jugo con las esperanzas de muchas personas, e incluso en algunos casos con la salud de algunas personas.
Hay quienes dicen por las características de esta mujer, su forma de comportarse y comunicarse que ella es directamente una psicópata.
Incluso hay debates y análisis psiquiátricos que intentan desentrañar la personalidad de Elizabeth Holmes, y, sobre todo, la fascinación de ver cómo una mujer tan joven pudo engañar a tanta gente.
Así amigos, esta es la historia de Theranos y Elizabeth Holmes, una de las estafas más grandes de la historia de Silicon Valley.
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